El Péndulo: historia, usos y tipos de un objeto que nunca deja de moverse
Más que un simple vaivén
Si uno lo mira de reojo, parece poca cosa: un hilo y un peso que sube y baja, adelante y atrás. Pero El Péndulo ha sobrevivido siglos sin perder protagonismo. Quizás porque tiene algo hipnótico, quizá porque nos recuerda que todo se balancea, que nada se queda quieto para siempre.
Fuente de la imagen: TarotEspiritual.es
De dónde sale todo esto
No hay un único “padre” del invento, eso está claro. En Grecia se hablaba de objetos colgantes que marcaban el tiempo, en Egipto aparecen figuras sosteniendo algo parecido, y en China ya lo usaban para orientarse. Cada cultura le dio su propia función, y sin embargo, en todas estaba presente el mismo gesto: dejar oscilar un peso y observar qué ocurría.
Usos que han cambiado poco
En pleno siglo XXI, sorprende que siga siendo tan popular. Algunas personas utilizan El Péndulo para calmarse; otras, para reflexionar cuando no tienen claro qué camino tomar. Otros buscan objetos perdidos, otros agua, otros energías telúricas, otros quieren saber el futuro preguntando a El Péndulo, otros miden en qué estado está el aura y muchas más cosas que se pueden mirar con El Péndulo. No dicta leyes, tampoco ofrece certezas, pero sí ayuda a parar y a escuchar(se). Y eso, hoy, vale oro.
Tipos para todos los gustos
Los hay de metal, pesados y exactos. También de madera, más suaves en la mano. Otros de cristal, de minerales o incluso de cuarzo rosa, que muchos consideran especiales. Hay modelos recargados, con símbolos, y también los más sobrios que apenas llaman la atención. Al final, la elección depende de quien lo sostenga: no hay dos iguales porque tampoco hay dos personas iguales.
La lección de un movimiento eterno
La historia de El Péndulo enseña algo sencillo: lo que va, vuelve. Lo vemos en los relojes antiguos, en experimentos de físicos y en manos de quienes lo usan hoy. Da igual dónde, siempre regresa al centro. Tal vez por eso nunca ha desaparecido, porque nos recuerda de una forma casi poética que todo fluye… y todo regresa.